El
Antiguo Régimen comprende las formas específicas de sociedad, economía y de
instituciones políticas, e incluso de mentalidades, que caracterizan la
historia europea desde mediados del S. XV hasta finales del XVIII. Pero hay que
decir que ninguna revolución representa una ruptura total con el régimen
precedente, ni siquiera la francesa, por eso, en el S. XIX todavía quedan más o
menos vigentes algunas características del Antiguo Régimen.
Desde el
punto de vista económico, el Antiguo Régimen abarca el período de transición
entre la decadencia del feudalismo clásico y la llegada del capitalismo
industrial.
Este
cambio económico tiene su plasmación a, nivel social, en el derrumbamiento de
la sociedad estamental y aristocrática feudal y la aparición de un nuevo tipo
de sociedad, clasista y abierta.
Por
último, a nivel político, se sustituyen los mecanismos de poder típicamente
aristocráticos (monarquía absoluta) por otros más de acuerdo con el talante de
la nueva clase social dominante, la burguesía, y los regímenes constitucionales
(monarquías parlamentarias, república...).
¡ES EL
TIEMPO DE LA INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS, DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y EL
IMPERIO DE NAPOLEÓN, DE LA RESTAURACIÓN!