Lo que se conoce como "Antiguo Régimen" entra en "crisis" (coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad).
En este tiempo coinciden diversos procesos revolucionarios (burgués, liberal e industrial).
Algunos historiadores califican el momento como "crisis", otros como "edad de las revoluciones"...
En cualquier caso, le demos un nombre u otro, tomemos nota de las profundas transformaciones que van a producirse. Son transformaciones de las que fueron conscientes los contemporáneos, que ya bautizaron así ("Crisis del Antiguo Régimen") a este período de la historia contemporánea. Son transformaciones que harán que nada vuelva a ser igual. Son transformaciones que hicieron posible que seamos lo que somos ahora.
La crisis del Antiguo Régimen representa a la vez:
- El episodio final en la transición del feudalismo al capitalismo, con el triunfo de éste último como modo de producción.
- El asentamiento de la burguesía como nueva clase dominante.
- El Estado liberal como nuevo sistema político.
- El liberalismo político y económico como nueva ideología dominante.
También son señalables acontecimientos de más largo recorrido:
- Los cambios demográficos y urbanísticos se aceleran.
- Surge el proletariado industrial como nueva clase opuesta a la burguesía, y comienzan los conflictos sociales que se conocen como movimiento obrero.
Y, notablemente, en el mundo de las ideas y creencias:
- La religión se separa del Estado y comienza un proceso de "descristianización".
- En Arte y Literatura triunfan sucesivamente el Neoclasicismo, el Romanticismo y el Realismo.
- La ciencia y la técnica entran en contacto entre sí y con la demanda social de la industrialización, con lo que sus posibilidades crecen exponencialmente.
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